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martes, 16 de octubre de 2012

UN MENSAJE PARA LOS JÓVENES

 

     
UN MENSAJE PARA LOS JÓVENES
     


“Ninguno tenga en poco tu juventud, pero sé ejemplo de los fieles en palabra, en conversación, en caridad, en espíritu, en fe, en limpieza. Medita en estas cosas; ocúpate de ellas.” (1 Timoteo 4:12 y 15)

Testimonio del hermano Pearry Green

UN MENSAJE PARA LOS JÓVENES

Pearry Green

 

Buenos días, ¿estudiaron Uds. inglés? Pienso que el inglés de Uds. es mejor que mi español. El Señor los bendiga. Los saludo en el Nombre del Señor Jesucristo. Una vez El hizo una pregunta cuando le hablaron de Juan el Bautista y El dijo: “¿Qué salisteis a ver?” (Lucas 7:24) Y hoy, ¿qué vinieron Uds. a ver en esta mañana? Vinieron a ver a un hombre grande y hermoso, joven y soltero, pero se encontraron con un hombre viejo y gordo que ama al Señor con todo su corazón y para él es una honra que Uds. quieran que él les hable.

2. Mirando sus rostros, veo que la mayoría de Uds. está en la edad en que uno empieza a pensar en casarse y Uds. saben que eso es la segunda cosa más importante que puede sucederle uno en l vida. Primero es la salvación, lo más grande es tomar la decisión de servirle a Dios por toda la vida y la segunda es escoger una pareja para la vida. Uds. jóvenes tienen la desafortunada situación en sus vidas de estar viviendo en el tiempo más difícil, porque hoy la moral del mundo está muy decaída.

3. Antes la gente solía vivir por ciertos patrones, pero en este mundo moderno ya no hay patrones de vida, parece que ya no hubiera nada malo. Quiero que sepan que de acuerdo a la Biblia hay más instrucciones en este Libro que te dicen cómo debes comportarte con tu esposo o tu esposa, que acerca de otro tema. Todas las cosas de las que nos habla la Biblia son instrucciones, pero cuando nos habla de cómo tratar a la esposa o al esposo, hay más instrucciones aquí que sobre cualquier otro tema. Quizás eso tenga que ver con el pecado original con que Eva fue engañada por la serpiente, eso fue lo que trajo todo el pecado, todo lo malo que hay en este mundo.

4.­ Antes de contestar sus preguntas les voy a contar una experiencia que tuve con el Hno. Branham. Donde quiera que él iba, siempre había gente que le pedía tener una entrevista con él. Cuando fui a la ciudad de Tucson, había como cuatrocientas personas en la ciudad esperando una oportunidad para hablar con él sobre sus problemas.

5. En 1964, tuve la oportunidad de ir de cacería con el Hno. Branham, necesitábamos como tres días para llegar a donde íbamos. Un día allá en el Norte, en Montana, mi carro se daño y nos tomó seis horas arreglar la bomba de agua. Durante ese tiempo, tuve oportunidad de salir a visitar la ciudad con el Hno. Branham, caminábamos y mirábamos las tiendas, comíamos aquí y allá.

6. Durante ese tiempo el Hno. Branham me dijo lo siguiente: “De los centenares de personas que vienen a hablar conmigo, el 85% de ellas vienen con problemas domésticos, para saber lo que deben hacer con su esposa, su esposo ó sus hijos”. Añadió: “El 10% me quieren usar como una tabla de adivinar: ¿Dónde debería vivir? ¿Dónde debería trabajar? ¿Dónde está el oro? ¿Dónde están los tesoros?” Ellos quieren saber secretos. Luego dijo que sólo el 5% de las personas que vienen, tienen una pregunta sobre algo espiritual. Eso me permite saber que el 80% de los problemas de las personas tiene que ver con noviazgo, matrimonio y cómo llevarse con la familia.

7. He pastoreado una iglesia por más de cuarenta años y tengo que decir que todavía los problemas domésticos siguen siendo las mayores dificultades que tenemos. Si pudiéramos enseñarle a la gente cómo deben comportarse y llevarse bien en sus hogares, a los esposos amar a sus esposas, a las esposas estar sujetas a sus maridos y a los hijos a honrar a sus padres; si pudiéramos encontrar la solución para eso en sus vidas, podríamos eliminar el 80%, o el 85% de las dificultades.

8. Este es el mayor problema que vas a confrontar en tu vida física y social y es cómo tratar a la gente que más amas. A veces tratamos a los extraños mejor que a nuestra propia familia, a veces decimos y hacemos cosas a los que más amamos, que nunca se las haríamos a un extraño.

9. Ahora, ¿tienen algunas preguntas? Si quieren preguntarme sobre el divorcio les voy a decir cómo no divorciarse jamás, ¿Cuántos quieren saber la respuesta a esa pregunta? Es simple, nunca te cases. Permítanme decirles algo más, quizás Uds. tienen padres que han vivido una vida perfecta, pero quiero que sepan que yo personalmente no conozco ninguna familia que no tenga problemas, todos tienen problemas.

10. Yo tengo una de las mejores esposas, pero la hermana Green no hace todo lo que yo quiero que haga y hay momentos en que eso es un problema; yo hago muchas cosas que a ella no le gustan y eso siempre también es un problema. Ud. se sorprendería al saber que no todo siempre estuvo bien.

11. El Hno. Branham era el tipo de hombre que le encantaba la cacería y la pesca, nosotros salíamos de cacería y no nos bañábamos hasta por dos semanas, actuábamos como algunos hombres; pero la Hna. Branham era tan aseada, que si dejaba caer un paño en el suelo, lo lavaba antes de usarlo otra vez. Entonces el Hno. Branham acabando de venir del monte, entraba a la casa limpia y había problemas. Me dijo el Hno. Branham: “Yo nunca tomaba una camisa que no estuviera lista, me quitaba la ropa sucia y me bañaba, cuando salía ya ella estaba lavando esa ropa”. Me dijo que una vez se levantó por la noche para ir al baño y ella ya estaba haciendo la cama apenas él se levantó.

12. A veces tenemos la idea o tenemos la concepción de que los demás tienen vidas perfectas, también nosotros tenemos esa idea de las iglesias; pero yo no conozco ninguna iglesia que no tenga problemas. Las únicas familias o iglesias que no tienen problemas son las que tú no conoces ni sabes por lo que están pasando; las que tú conoces, igual que la tuya, tienen problemas. Esto es lo que yo he encontrado, cuando el marido viene a la mujer y le dice: “Si tú haces esto, yo hago esto” y ella dice: “Si tú haces esto, yo hago aquello” y se crea un circulo vicioso que no puedes romper, alguien tiene que parar y decir: “Yo hago lo que está correcto sin importar lo que tú hagas” y rompes ese círculo vicioso en tu propia vida. Tiene que ser lo mismo, haz lo que es correcto y que Dios se encargue de lo demás, tú no te comprometas con nadie, haz lo correcto y que Dios lidie con los demás.

13. Te voy a enseñar esto en las escrituras, una vez Jesucristo le dijo algo a Sus discípulos: Algunos de los que están aquí no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino”. (Mateo 16:28) Los discípulos comenzaron a razonar entre ellos y en aquel tiempo Juan el discípulo tendría entre 14, 16 o 17 años; Pedro era mayor, tendría unos 45 años, así que razonaron y dijeron: “Tiene que estar hablando de Juan” y le dijeron a todo el mundo que Juan no iba a morir hasta que no viniera el reino de Dios y Jesucristo tuvo que decirles: “Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿Qué a ti? Sígueme tú”. (Juan 21:22)

14. Sucede lo mismo con nuestras vidas, cuando otro no quiere vivir bien, eso no es una razón para que nosotros vivamos mal. Ahora, hablando de noviazgo y matrimonio, la biblia nos enseña que hay cosas que debemos obedecer para estar bien. Yo quisiera mostrarte algo para enseñarte cómo debemos vivir.

15. Moisés nos da unos mandamientos y dice: “No cometerás adulterio”. (Éxodo 20:14) Esa es una regla por la que vivimos. Jesucristo viene y dice: “Si un hombre mira a una mujer y la desea en su corazón, ya cometió adulterio”. (Mateo 5:28) Ese es otro pilar para la vida. Pablo dijo: “Bien es al hombre no tocar mujer”. (1 Corintios 7:1) Luego viene el Hno. Branham y dice: “Un hombre y una mujer no deben estar solos en ninguna ocasión, si no está un hermano o hermana, tía o abuela con ellos”. Parece que no hay nada que podamos hacer, nada más que mirar para arriba.

16. Los muchachos en todo el mundo hoy, siempre me hacen las mismas preguntas: “¿Qué me dice Ud. sobre el tomarse de las manos?” Déjenme decirles esto, si Ud. nunca toma la mano el otro, nunca la abrazará ni la besará. Hace treinta años les dije a los jóvenes de Nueva Zelanda y todavía ellos se acuerdan de esto, que besar es algo desaseado. Recuerden que dicen que cada vez que uno besa a una persona, se pueden transmitir treinta y dos mil gérmenes. Yo digo que si un hombre besa a su esposa, pasa 32.000 gérmenes y recibe 32.000, ¡qué buena forma de morir!

17. Ahora, los muchachos de Nueva Zelanda se acuerdan de eso y me dicen que cuando tienen deseos de besar a alguien y no están casados, el Espíritu Santo se los recuerda y muchos han sido librados de esos problemas por el Espíritu Santo. Tú no puedes confiar en tu carne. En este mundo en que vives hoy día, ya no hay moral, no hay parámetros y si no tienes cuidado, el diablo puede venir y te mete en problemas antes que te des cuenta. Hermanos, lo que debemos hacer es esperar hasta estar seguros o seguras que esa es la mujer o el hombre que Dios quiere que tú tengas.

18. El Hno. Branham dijo que la moralidad de los paganos estaba por encima de la de nosotros, porque los padres de aquellos a quienes nosotros los Cristianos llamamos paganos, escogen a la pareja para sus hijos. Ahora, nosotros los Cristianos decimos: “Oh, eso no”. Pero quiero que sepan que entre ellos no hay divorcios. Porque divorciarse de la pareja que sus padres escogieron para ellos, es tal reproche que jamás pensarían en hacerlo.

19. Ellos pasan por un proceso para elegir al esposo o a la esposa para sus hijos y a muchos los escogen antes de que sus hijos nazcan. Dos padres cuyos hijos han crecido juntos, se reúnen y dicen: “Yo quiero que tu hijo sea para mi hija”. Cuando crecen ya eso está arreglado y se espera que se casen; pero muchas veces nunca se ven hasta el día de la boda. Vea que entonces ya no se casan por atracción física sino que se casan por tener un compañero.

20. Quiero que sepa que esa mirada y esa belleza es simplemente superficial, lo que debes hacer es amar a alguien aunque su cara haya sido quemada por el fuego. Ud. no sabe si en verdad ama a una persona, hasta que vive con ella por quince o veinte años y ha pasado por pruebas y tribulaciones con ella.

21. Algunos hombres vienen a mí y me dicen que ya no soportan más a sus esposas, que no pueden seguir más con ellas, que ya no aguantan más. Yo les digo: “Pues déjala, pero recuerda que no te puedes casar otra vez”. Entonces dicen: “Ah, pues no se ve tan mal entonces, ella es mejor que no tener nada”. Si no fuera por creer que se puede conseguir otra, entonces te quedarías solo; pero en este mundo en que vivimos hoy día puedes tener cuantas quieras, todos los años una diferente, no te tienes ni que casar, viven juntos y allí no hay ninguna estabilidad.

22. Joven permítame decirle algo, cualquier hombre que quiera vivir con Ud. sin casarse, es porque no la ama, sólo la está usando y Ud. no es diferente a una prostituta. El te da de comer y te usa, igual que a una prostituta; ella recibe su paga. Muchachos, no hay nada más bajo que Uds. puedan hacer que aprovecharse de una mujer, pues definitivamente ella es el vaso más frágil. Su naturaleza se somete al hombre y él debe ser su cabeza, pero a Dios no le agrada un hombre que se aproveche de una mujer.

23. Ahora muchachas, un día vendrá un hombre que será un príncipe y te convencerá que es un regalo de Dios para ti. Pero Salomón en la Biblia, un hombre que tenía numerosas esposas dijo esto: “Estas cosas he encontrado que son un misterio, el rastro de la serpiente sobre la roca”. Ahora miren este cuadro, aquí viene una serpiente y está en una piedra, se enrolla así tan sutil y no sabes que está allí hasta que te muerde, entonces él dijo: “Así se comporta el hombre con una dama”. (Proverbios 30:18-19) Aquí viene el hombre, se aprovecha de tu naturaleza, comienza a hablarte y te dice cosas, te dice que eres preciosa, que eres linda, te comienza a hablar muy dulce y te dice cuanto te ama, cuanto te necesita, como puedes hacerlo feliz y él a ti,

es peor que una víbora y así es el rastro de un hombre en la doncella, ¿entienden? No hay nada más grande que cuando Dios te da un compañero maravilloso.

24. Hombre, el regalo más grande que Dios t puede dar después de la salvación es una buena mujer; primero es la salvación, lo segundo es una buena esposa. Algunos piensan: “Pues, si no me caso con esa nunca me casaré”. No acepte ese pensamiento. Diga: El Señor me conoce y yo confiaré en el Señor. El me dará una esposa, El sabe cuál es mi necesidad, El la conoció antes de la fundación del mundo”.

25. Ahora, cuando las parejas vienen a mí y quieren casarse, una de las primeras cosas que yo les pregunto es: “¿Creen Uds. que se aman el uno al otro?” Ellos dicen: “Si”. “¿Están listos para pasar el resto de sus vidas juntos?” Entonces yo miro a la muchacha y le pregunto: “¿Estás lista para tener hijos?” Si dice: “No, todavía no”. Entonces no te cases, no tienes ningún negocio casándote porque no hay garantía de que no tengas hijos, tienes que estar lista para tener hijos o te estás casando con el propósito incorrecto.

26. Entonces yo pregunto: “Muchacho, ¿estás listo para encargarte de esta muchacha, tomar las responsabilidades financieras, darle de comer, vestirla y proveer para sus necesidades, darle un sitio donde vivir y seguridad?” Si no, entonces no debes casarte. Un hombre tiene el deseo de casarse porque no es una persona completa, le hace falta una costilla. El ama a sus padres pero no hay nada que él pueda amar más que a su propia esposa y cuando Dios le da esa esposa, puede amarla como Cristo amó a Su Iglesia.

27. Dios amó a Su Iglesia de tal manera que dio Su vida por ella, muchos hombres me dicen que han llegado muy lejos hasta donde nadie ha llegado, pero veo por sus cicatrices que no han derramado sangre y Cristo nos amó de tal manera que dio Su vida por Ella.

28. Una mujer no está completa hasta que está casada porque no tiene la cabeza, ella ha estado sujeta a sus padres, pero no puede sujetarse a sus padres, porque tiene que entender que ella le sirve a Dios así como le sirve a su marido. Cuando entendemos estos principios básicos que Dios nos ha dejado en la Biblia, entonces la vida es más fácil y más cómoda. Pueden doblar sus bendiciones estando juntos o dividir la pena compartiéndola el uno con el otro y ese es el gozo de un matrimonio ordenado por Dios.

29. La pregunta que yo le hago a la pareja es… le pregunto a la mujer: “¿Tienes el permiso de tus padres para casarte?” Si ella me dice que no, entonces yo no los casos, les digo que no puedo. Creo que la muchacha debe tener permiso de los padres para casarse; al muchacho también le pregunto: “¿Tienes el permiso de tus padres para casarte?” Si él dice que no, entonces yo le digo: “tenemos que pensar en eso”.

30. Porque si los padres no están de acuerdo, no estoy uniendo dos personas sino que también estamos uniendo dos familias que van a compartir los nietos y van a ayudar a esa pareja que comienza su matrimonio; pero si los padres se oponen al matrimonio, allí tienes un problema y va a ser difícil. Amén. ¿Hay alguna pregunta? Los amo. Quisiera decir esto y creo que estoy en posición de decirlo; si el Hno. Branham estuviera aquí en esta mañana él estaría muy contento mirando a este grupo de jóvenes aquí esta mañana, cuya apariencia se identifica con este Mensaje. Dios los bendiga, que el Señor los bendiga por eso.

Predicado por el hermano

Pearry Green

El Domingo por la mañana del 13 de Agosto del 2000,

En el Tabernáculo de Cabimas, Estado Zulia, Venezuela.