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martes, 16 de octubre de 2012

Conociendo la Voluntad de Dios

 

     
¿Cómo puedo conocer la voluntad de Dios para mi vida?
     


Jehová cumplirá su propósito en mí; Tu misericordia, oh Jehová, es para  siempre; No desampares la obra de tus manos.”

(Salmo 138: 8)

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Cuando el hermano Branham me empezó a hablar sobre el asunto de mudarme de Texas a Tucson, Arizona, para dar principio a una iglesia; él podía ver que yo estaba pasando por un tiempo de mucha adversidad. Yo pastoreaba una iglesia pequeña en Texas y también tenía un negocio de mucho éxito, toda mi familia había vivido y vivían allí, no tenía ninguna razón para empacar y luego mudarme como a mil millas de distancia a un lugar donde yo no conocía a nadie, solamente al hermano Branham y eso era todo, pero el hermano Branham me dijo que había una necesidad allí y él me pidió que si yo pudiera suplir esa necesidad.

Yo dije: ¿Cómo es que esta cosa tan tremenda va a acontecer? Yo quería saber si era esa la voluntad de Dios para mi vida. Después de algunos días el hermano Branham me dijo en esta forma: “Había un lugar de aguas muy peligrosa y un capitán iba con su barco navegando en la noche, la gente que iba en el barco preguntaban si iría entrando por el lugar correcto. El capitán les dijo: “Sí, ¿ven esa luz roja allá? Ellos le dijeron: “Sí”. Él les dijo: “Mírenla ahora” y volteó el barco fuera de su curso y aquella luz se convirtió en tres luces rojas como las que usan los aviones hoy. Si se forman en una sola línea entonces ellos saben que están descendiendo en el lugar correcto. El capitán les volvió a decir: “Miren de nuevo las luces” y volvió a voltear el barco hasta que las tres luces llegaron a ser una sola luz roja.

El hermano Branham me dijo: “Hermano Green, todo lo que tienes que hacer para conocer la voluntad de Dios es alinear esas tres luces rojas”. Después me explicó cuáles eran esas tres luces. Me dijo: “Si Dios quiere que tú hagas alguna cosa, en primer lugar será de acuerdo a la Palabra de Dios y no habrá Escritura que lo contradiga. ¿Quieres ser un misionero? sal por el mundo y predica el Evangelio. Cualquier cosa que tú quieras hacer, si no hay Escritura en contra tienes la primera luz roja; pero si la Palabra está en contra, entonces no puede ser la voluntad de Dios”.

¿Quieres casarte? Está bien casarse, pero si lo vas a hacer con un incrédulo, este Libro está en contra de eso, ya que así no puedes estar casado legalmente con alguien. Yo pienso que Uds. están entendiendo el punto al cual quiero llegar, si ésta Palabra está en contra, entonces no puede ser nunca la voluntad de Dios.

De la segunda luz roja, me dijo el hermano Branham: “Hermano Green, si Dios quiere que tú hagas algo, va a darte el deseo de hacerlo, en otras palabras, no será que venga otro y te diga:”Hermano Green, yo creo que tú debes hacer tal y tal cosa”. Sino que Dios mismo te va a dar el deseo. Primero, ¿está de acuerdo a su Palabra? Segundo, ¿tienes el deseo de hacerlo? Entonces ya tienes alineadas las primeras dos luces rojas.

Ahora, la tercera luz roja parece ser la más difícil pero realmente es la más sencilla; Si tú sientes que Dios quiere que hagas algo y la Palabra de Dios no está en contra, entonces las circunstancias permitirán que así acontezca. Déjenme darles un ejemplo. Yo fui a la escuela Bíblica acompañado de jóvenes que querían ser misioneros y estudiaron para ser misioneros, tenían el deseo, había Escritura para eso, pero nunca recibieron una asignación de parte de sus denominaciones, jamás recibieron el respaldo, entonces no podían ser misioneros. Yo creo que si Dios quiere que tú vallas a un lugar, Él puede pagar el costo porque Él es el dueño de todo, es dueño del oro y de la plata, es dueño del ganado que existe; si Dios quiere que tú hagas algo, El pagará y abrirá el camino para que suceda. Eso no depende del hombre, si Dios quiere que acontezca, El proveerá la manera. Entonces ya tú tienes las tres luces rojas, sal y hazlo.

Yo no puedo darle ninguna prueba de historia de las tres luces rojas, pero si le pido le pido que pruebe en su propia vida. Cuando haya la duda para hacer algo, revísalo con la Escritura, revisa bien tú motivo, la razón por la que lo quieres hacer y luego ve si Dios te lo permite.

Este Mensaje fue predicado especialmente para los jóvenes, por el Hno. Pearry Green, pastor del Tucson tabernacle, Arizona, E.U.A. el domingo 13 de agosto de 2000, en el Tabernáculo de Cabimas, Edo. Zulia, Venezuela.


NOTA

Predicado por el hermano

Pearry Green

El Domingo por la mañana del 13 de Agosto del 2000,

En el Tabernáculo de Cabimas, Estado Zulia, Venezuela.