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lunes, 26 de diciembre de 2011

La Oración Sincera

 

     
La Oración Sincera
     

... Un muchachito-muchachito, en una ocasión, allá en el sur, contaban que él estaba hincado en un surco en donde había estado arando. Y pasó un-un religioso y escuchó al muchachito repitiendo el abecedario, "A, B, C, D", y demás, y él estaba hincado, así que, el religioso estaba mucho muy perturbado. Así de esta manera, escuchó al muchachito repetir el abecedario, y luego decir: "Amén".

Y cuando se levantó, el religioso le habló y le dijo: "Hijo, yo soy un... el siervo del Señor. Y te escuché orando, pero tú únicamente estabas diciendo el abecedario. Y yo-yo no entiendo por qué solamente estabas diciendo el abecedario".

El dijo: "Señor, yo-yo no sé orar". Dijo él, "Yo nunca he orado. Pero, yo tuve una madre y un padre de oración, los cuales se han ido al Cielo". Y dijo: "Mi madre, yo... Ella murió cuando yo era un niño pequeño. Pero yo recuerdo escucharla cuando ella estaba en dificultad, ella iba al Señor, y oraba. Y ella murió cuando yo era tan pequeño, que no pudo enseñarme a orar. Y yo he sido dado en manos de una persona cruel, quien me golpea y me maltrata. Y yo-yo estaba... pensé, tal vez, después de haber aprendido mi abecedario, si yo pudiera tomar todas las-las palabras y decir todas las letras, tal vez El pudiera ponerlas juntas y entender lo que quiero decir".

Esa es la oración de sinceridad. Ciertamente El pudiera ponerlas juntas. No es cómo oramos, con nuestros labios, es el motivo de nuestros corazones, es lo que Dios escucha. El algunas veces no escucha nuestros labios; El escucha nuestra intención, el motivo de nuestro corazón.

57-0120 (t) La.Personificación.Del.Cristianismo Prf 14-17

Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. 27Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.

Rom 8:26-27

WILLIAM MARRION BRANHAM